Dios te quiere, no te quiere, te quiere, no te quiere...


La Biblia es un libro lleno de contradicciones. Una de ellas es el amor incondicional de Dios a sus "hijos", los humanos. Algunas partes del libro aseguran que Dios ama a todos. Otras nos explican con detalle a quiénes aborrece.

Dios es contradicción:

Dios es amorJuan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

1 Juan 4:8
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

Dios no es amorLevítico 20:23
No viváis según las costumbres de las naciones que por amor a vosotros voy a expulsar. Porque ellas hicieron todas estas cosas, y yo las aborrecí 
Salmos 5:5
No hay lugar en tu presencia para los altivos,
pues aborreces a los malhechores. 
Salmos 11:5
El Señor examina a justos y a malvados,
y aborrece a los que aman la violencia. 
Proverbios 6:16-19
Hay seis cosas que el Señor aborrece,
    y siete que le son detestables:
Los ojos que se enaltecen,
     la lengua que miente,
     las manos que derraman sangre inocente,
el corazón que maquina planes perversos,
      los pies que corren a hacer lo malo,
el falso testigo que esparce mentiras,
    y el que siembra discordia entre hermanos. 
Oseas 9:15
Toda su maldad comenzó en Guilgal;
    allí comencé a aborrecerlos.
Por causa de sus maldades,
    los expulsaré de mi casa.
No volveré a amarlos,
    pues todas sus autoridades son rebeldes. 
Malaquías 1:3
[amé a Jacob] 3 pero aborrecí a Esaú, y convertí sus montañas en desolación y entregué su heredad a los chacales del desierto. 
Romanos 9:13
Y así está escrito: "Ámé a Jacob, pero aborrecí a Esaú."

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Moisés el asesino

(c) de la imagen: http://www.biblefunforkids.com (sí sí, una web para niños)
Casi todos conocemos la historia de Moisés, al que de bebé su madre mete en una cesta en el río de dónde lo rescata la hija del faraón. 
Quizás menos famosa es la historia del Moisés asesino, que ve como un egipcio golpea a un hebreo y
hace lo que haría cualquier tarado: mira pa' la derecha, mira pa' la izquierda, lo mata y le esconde el cuerpo. Y ya está.
Bueno, lo chungo es que después tiene que marcharse de la ciudad, pero da igual, allá se porta bien y recibe como regalo a una mujer (ese objeto que se ofrece, se cambia y se regala a lo largo del libro).

Éxodo 2
Hubo un levita que tomó por esposa a una mujer de su propia tribu. 2 La mujer quedó embarazada y tuvo un hijo, y al verlo tan hermoso lo escondió durante tres meses. 3 Cuando ya no pudo seguir ocultándolo, preparó una cesta de papiro, la embadurnó con brea y asfalto y, poniendo en ella al niño, fue a dejar la cesta entre los juncos que había a la orilla del Nilo. 4 Pero la hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver qué pasaría con él.
5 En eso, la hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo. Sus doncellas, mientras tanto, se paseaban por la orilla del río. De pronto la hija del faraón vio la cesta entre los juncos, y ordenó a una de sus esclavas que fuera por ella. 6 Cuando la hija del faraón abrió la cesta y vio allí dentro un niño que lloraba, tuvo compasión de él, pero aclaró que se trataba de un niño hebreo.
7 La hermana del niño preguntó entonces a la hija del faraón:
—¿Quiere usted que vaya y llame a una nodriza hebrea, para que críe al niño por usted?
8 —Ve a llamarla —contestó.
La muchacha fue y trajo a la madre del niño, 9 y la hija del faraón le dijo:
—Llévate a este niño y críamelo. Yo te pagaré por hacerlo.
Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crió. 10 Ya crecido el niño, se lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso por nombre Moisés,[a] pues dijo: «¡Yo lo saqué del río!»
Huida de Moisés a Madián
11 Un día, cuando ya Moisés era mayor de edad, fue a ver a sus hermanos de sangre y pudo observar sus penurias. De pronto, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus hermanos, es decir, a un hebreo. 12 Miró entonces a uno y otro lado y, al no ver a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente volvió a salir y, al ver que dos hebreos peleaban entre sí, le preguntó al culpable:
—¿Por qué golpeas a tu compañero?
14 —¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? —respondió aquél—. ¿Acaso piensas matarme a mí, como mataste al egipcio?
Esto le causó temor a Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!» 15 Y, en efecto, el faraón se enteró de lo sucedido y trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó del faraón y se fue a la tierra de Madián, donde se quedó a vivir[b] junto al pozo.
16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales solían ir a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Pero los pastores llegaban y las echaban de allí. Un día, Moisés intervino en favor de ellas: las puso a salvo de los pastores y dio de beber a sus ovejas. 18 Cuando las muchachas volvieron a la casa de Reuel, su padre, éste les preguntó:
—¿Por qué volvisteisn hoy tan temprano?
19 —Porque un egipcio nos libró de los pastores —le respondieron—. ¡Hasta nos sacó el agua del pozo y dio de beber al rebaño!
20 —¿Y dónde está ese hombre? —les contestó—. ¿Por qué lo dejasteis solo? ¡Invitadlo a comer!
21 Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora. 22 Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón,[c] pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña.»
23 Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios, 24 quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tuvo en cuenta.
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Cuando Dios destruye Sodoma y Gomorra porque hay mucho homosexual

Lot (un descendiente del hermano de Abraham) vivía en Sodoma y ofreció alojamiento a dos ángeles que pasaban por ahí (todo muy normal). Pero lo que pasa a continuación te sorprenderá... resulta que TODOS los hombres de esa ciudad acuden a casa de lot y le dicen que saque a los ángeles, que se quieren acostar con ellos. Así, tal cual. 

Así que Lot hace lo que haría cualquier padre con dos dedos de frente : ofrecer a sus dos hijas para que las viole todo el pueblo. Porque eso es mucho más normal que querer acostarse un hombre con otro, se ve.

Entonces los ángeles explican a Lot por qué están ahí : van a destruir esa ciudad de pervertidos (por orden de Dios, claro), y para salvarse, Lot y su familia tienen que huir. Los dos ángeles acompañan a Lot (de la mano, porque va to borracho)

Los Ángeles advierten a Lot y a su familia que NO TIENEN QUE mirar para atrás. Pero como de costumbre, tiene que haber una mujer desobediente. La mujer de Lot mira hacia atrás mientras Dios está mandando una lluvia de fuego y azufre para cargarse a todos los habitantes de Sodoma y Gomorra, y se transforma en estatua de sal. Puta manía de las mujeres de no hacer caso, es que nunca aprenden.

Bonus: ¿Sabes cómo se llamaban la mujer de Lot y sus hijas? ¿No? Lee bien. ¿No lo ves?. Exacto, no aparece su nombre por ninguna parte. ¿A quién le importa el nombre de una mujer?


Génesis 19
Caía la tarde cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Al verlos, se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra. 2 Les dijo:
—Por favor, señores, os ruego que paséis la noche en la casa de este vuestro siervo. Allí podréis lavaros los pies, y mañana al amanecer seguiréis vuestro camino.
—No, gracias —respondieron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza.
3 Pero tanto les insistió Lot que fueron con él y entraron en su casa. Allí Lot les preparó una buena comida y coció panes sin levadura, y ellos comieron.
4 Aún no se habían acostado cuando los hombres de la ciudad de Sodoma rodearon la casa. Todo el pueblo sin excepción, tanto jóvenes como ancianos, estaba allí presente. 5 Llamaron a Lot y le dijeron:
—¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa? ¡Échalos afuera! ¡Queremos acostarnos con ellos!
6 Lot salió a la puerta y, cerrándola detrás de sí, 7 les dijo:
—Por favor, amigos míos, no cometáis tal perversidad. 8 Tengo dos hijas que todavía son vírgenes; voy a traéroslas para que hagáis con ellas lo que os plazca, pero a estos hombres no les hagáis nada, pues han venido a hospedarse bajo mi techo.
9 —¡Quítate de ahí! —le contestaron, y añadieron—: Éste ni siquiera es de aquí, y ahora nos quiere mandar. ¡Pues ahora te vamos a tratar peor que a ellos!
Entonces se lanzaron contra Lot y se acercaron a la puerta con intenciones de derribarla. 10 Pero los dos hombres extendieron los brazos, metieron a Lot en la casa y cerraron la puerta. 11 Luego, a los jóvenes y ancianos que se agolparon contra la puerta de la casa los dejaron ciegos, de modo que ya no podían encontrar la puerta. 12 Luego le advirtieron a Lot:
—¿Tienes otros familiares aquí? Saca de esta ciudad a tus yernos, hijos, hijas, y a todos los que te pertenezcan, 13 porque vamos a destruirla. El clamor contra esta gente ha llegado hasta el Señor, y ya resulta insoportable. Por eso nos ha enviado a destruirla.
14 Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas.
—¡Apresuraos! —les dijo—. ¡Abandonad la ciudad, porque el Señor está a punto de destruirla!
Pero ellos creían que Lot estaba bromeando, 15 así que al amanecer los ángeles insistieron con Lot. Exclamaron:
—¡Apresúrate! Llévate a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí, para que no perezcan cuando la ciudad sea castigada.
16 Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad, porque el Señor tuvo compasión de ellos. 17 Cuando ya los habían sacado de la ciudad, uno de los ángeles le dijo:
—¡Escápate! No mires hacia atrás, ni te detengas en ninguna parte del valle. Huye hacia las montañas, no sea que perezcas.
18 —¡No, señor mío, por favor! —respondió Lot—. 19 Tú has visto con buenos ojos a este siervo tuyo, y tu lealtad ha sido grande al salvarme la vida. Pero yo no puedo escaparme a las montañas, no sea que la destrucción me alcance y pierda yo la vida. 20 Cerca de aquí hay una ciudad pequeña, en la que podría refugiarme. ¿Por qué no dejas que me escape hacia allí? Es una ciudad muy pequeña, y en ella me pondré a salvo.
21 —Está bien —le respondió—; también esta petición te la concederé. No destruiré la ciudad de que hablas. 22 Pero date prisa y huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí.
Por eso aquella ciudad recibió el nombre de Zoar.[a]
23 Lot llegó a Zoar cuando estaba amaneciendo. 24 Entonces el Señor hizo que cayera del cielo una lluvia de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra. 25 Así destruyó esas ciudades y a todos sus habitantes, junto con toda la llanura y la vegetación del suelo. 26 Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y se quedó convertida en estatua de sal.
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Adán y sus hijas sin nombre

Después de la creación de Adán y Eva vienen una serie de descendientes.
La biblia detalla sus nombres y edades. Pero parece que sólo daban nombre proprio a los hijos varones... o más bien que el de las hijas no importa una mierda. 

Adán y Eva tienen a Abel, a Caín, y luego con 130 añitos y un hijo asesinado tienen a Set. Y en los siguientes 800 años tiene más hijo e hijas. Sí, 800 años procreando, y sin sanidad pública, amig@s.

Sigue la larga enumeración de los descendientes de Set, el hijo favorito de Adán y Eva (porque los de Caín no importan, que es un asesino desterrado, y Abel ha muerto.)

Y si no os dormís en tal aburrida lectura podréis ver que la linea importante es la del hijo varón primogénito (¿de qué me suena eso?) y que en 10 generaciones sólo vamos a saber los nombres de los hijos varones: Set -> Enós -> Cainán -> Malalel -> Jared -> Enoc -> Matusalén -> Lamec -> Noé -> Sem, Cam y Jafet.
Ni un nombre de mujer et todos esos siglos. Esto no supera el test de Bechdel ni de coña. 
Eso sí, nuestros machotes tenían una forma física infinita.




Génesis 5:
Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo. 2 Los creó hombre y mujer, y los bendijo. El día que fueron creados los llamó «seres humanos».[a]
3 Cuando Adán llegó a la edad de ciento treinta años, tuvo un hijo a su imagen y semejanza, y lo llamó Set. 4 Después del nacimiento de Set, Adán vivió ochocientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 5 De modo que Adán murió a los novecientos treinta años de edad.
6 Set tenía ciento cinco años cuando fue padre de[b] Enós. 7 Después del nacimiento de Enós, Set vivió ochocientos siete años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 8 De modo que Set murió a los novecientos doce años de edad.
9 Enós tenía noventa años cuando fue padre de Cainán. 10 Después del nacimiento de Cainán, Enós vivió ochocientos quince años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 11 De modo que Enós murió a los novecientos cinco años de edad.
12 Cainán tenía setenta años cuando fue padre de Malalel. 13 Después del nacimiento de Malalel, Cainán vivió ochocientos cuarenta años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 14 De modo que Cainán murió a los novecientos diez años de edad.
15 Malalel tenía sesenta y cinco años cuando fue padre de Jared. 16 Después del nacimiento de Jared, Malalel vivió ochocientos treinta años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 17 De modo que Malalel murió a los ochocientos noventa y cinco años de edad.
18 Jared tenía ciento sesenta y dos años cuando fue padre de Enoc. 19 Después del nacimiento de Enoc, Jared vivió ochocientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 20 De modo que Jared murió a los novecientos sesenta y dos años de edad.
21 Enoc tenía sesenta y cinco años cuando fue padre de Matusalén. 22 Después del nacimiento de Matusalén, Enoc anduvo fielmente con Dios trescientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 23 En total, Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años, 24 y como anduvo fielmente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó.
25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando fue padre de Lamec. 26 Después del nacimiento de Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 27 De modo que Matusalén murió a los novecientos sesenta y nueve años de edad.
28 Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando fue padre de Noé.[c] 29 Le dio ese nombre porque dijo: «Este niño nos dará descanso en nuestra tarea y penosos trabajos, en esta tierra que maldijo el Señor». 30 Después del nacimiento de Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 31 De modo que Lamec murió a los setecientos setenta y siete años de edad.
32 Noé ya había cumplido quinientos años cuando fue padre de Sem, Cam y Jafet.
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El asesinato de Abel y el castigo de Caín.

En los primeros años del mundo, los hombres estaban un poco por civilizar, y Dios no era el ser más agradecido del mundo. 

En una de las primeras historias de la Biblia, el hijo mayor del primer hombre y de la primera mujer mata a su hermano porque parece que a Dios le mola más que le ofrezcan carne que verdura, y no oculta su decepción ante la mierda de ofrenda de Caín el agricultor.

Así que Dios destierra a Caín, y este se pira a vivir a una región vecina, protegido además por un tatuaje para que no le mate nadie y bueno, allí encuentra una novia, cosa que no tiene que ser muy fácil siendo el hijo de los primeros hombres, porque, ¿quienes serán los padres de esa señora?, ¿y de donde salen? ¿Es la esposa de Caín su propia hermana que por algún motivo no vivía en Eden? Nos quedaremos con la duda, que eso no se explica en la biblia.

4:4 a 4:17

Genesis 4
1 El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín.[a] Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!» 2 Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra. 3 Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. 4 Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, 5 pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.
6 Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? 7 Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo».
8 Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató.
9 El Señor le preguntó a Caín:
―¿Dónde está tu hermano Abel?
―No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?
10 ―¡Qué has hecho! —exclamó el Señor—. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. 11 Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. 12 Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante.
13 ―Este castigo es más de lo que puedo soportar —le dijo Caín al Señor—. 14 Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo, y cualquiera que me encuentre me matará.
15 ―No será así[b] —replicó el Señor—. El que mate a Caín, será castigado siete veces.
Entonces el Señor le puso una marca a Caín, para que no fuera a matarlo quien lo hallara. 16 Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod,[c] al este del Edén.
17 Caín se unió a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. (Caín había estado construyendo una ciudad, a la que le puso el nombre de su hijo Enoc).
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